Antes Patria que Inermes tus hijas es un proyecto que buscó dar un espacio de libertad donde la oportunidad de expresarse sin límites fue la norma. Un espacio que sirvió para develar los pensamientos de las mujeres que participaron y que culminó con un grito que se queda plasmado en retratos. Una oportunidad para hablarle directamente a México con exigencias, agradecimientos y consignas.
¿Qué las inspiró a crear su Acción?
Isabel Masvidal destacó “ Este proyecto nació con un sueño que se fue transformando a través del tiempo. Como mujeres mexicanas, la reflexión sobre lo que significan los espacios de expresión en un país que sigue silenciando voces esenciales, es un camino complicado y de constante cambio. El proyecto fue una oportunidad para pensar en nuestro propio privilegio y en el lugar que nos pertenece en una lucha compartida. Aunque este espacio pueda quedarse corto en la diversidad y variedad de voces, es un inicio para abrir conversaciones importantes.
¿Qué le gritarías a México? Una pregunta que permitió una variedad de respuestas que nos dejaron impresionadas. Desde agradecimiento a un país hermoso que nos ha dado tanto, hasta consignas de lucha y peticiones por todo en lo que se sigue quedando corto. Poder ver los gritos de júbilo y los de exigencia plasmado en un mural en el corazón de México nos hace sentir profundamente orgullosas y sobre todo, conscientes de que los esfuerzos colectivos pueden tener un impacto en la comunidad. Romper con lo rutinario para cuestionarnos donde caben nuestras voces y nuestras exigencias. Poder formar parte de un movimiento global nos acerca a otros países y otras personas que tal vez no hablen el mismo idioma pero que tienen la misma intención de cambiar la realidad. Estar cerca en la distancia y reconocernos en otros proyectos y en otros seres humanos. No nos queda más que agradecimiento y una profunda reflexión sobre la importancia que tiene compartir desde la colectividad.”
El Conejo de la Luna, la galería del famoso fotógrafo Santiago Arau.
Ana Sofía Ruíz puntualizó que “En México se vive un silencio constante ante las injusticias en todos los contextos. Por ello queríamos crear un espacio de reflexión donde en medio del tráfico puedas escuchar lo que las mujeres traemos a la mesa de conversación, ya sean exigencias, agradecimientos y sueños que transforman la realidad de la sociedad en general. A lo largo de la creación de esta acción grupal, al haber durado tantos años, transformamos el mensaje; evolucionamos la manera de hacer ruido y crecimos en conjunto con el proyecto. El no quedarnos como siempre, fue lo que nos inspiró hacer algo, pero no únicamente creamos un espacio para gritar y capturar fotos. Si no buscamos la confianza de cada una de las mujeres que participaron en este espacio y encapsulamos sus pensamientos, sus historias, esperando que algún día pudieran ser una declaración.”
¿Qué buscaban lograr con su proyecto?
Impactar, aunque sea una persona. Capturar miradas desde el tráfico de la Ciudad de México, donde sin saber qué significa, o qué se buscaba; cada una de las personas que lo veian causaba un sentimiento diferente desde orgullo, enojo, alegría, frustración o indiferencia. Buscábamos entender si el arte podía causar algo diferente en cada una de las personas que pasaban por el Mural. A pesar de ser pasajero, queríamos que cautivara en la definición que necesitará ser. Decidimos adueñarnos de un fragmento del himno nacional para transmitir el verdadero significado de la palabra “inermes” y transformarlo en la declaración que las mujeres no están desprovistas de armas para defenderse, sino que nuestra voz es la manera de incomodar y llevar a un cambio. A través de 99 retratos, observados en silencio, capturamos gritos en blanco y negro para que, a través de las expresiones le diéramos color a las reflexiones.
40 retratos en un solo lugar, pegados los días 21, 22 y 23 de marzo de 2025, en la esquina de Agustín Melgar y Circuito Interior José Vasconcelos, Mexico City.
¿Quién les ayudó a realizar esta accion? ¿Cómo ayudaron? ¿Qué desafíos enfrentaron en el proceso? ¿Cómo los resolvieron?
El contexto mexicano es uno de los más tediosos para hacer ruido. A pesar de que a través de los años se ha construido un sentido de protesta, de exigencias y de necesidad de un cambio social y cultural, siguen existiendo barreras estructurales que complican este proceso. Al inicio de nuestra acción grupal en 2022, no teníamos ni idea el camino que íbamos a tener que recorrer para por fin pegar nuestro Mural en 2025, agradecemos infinitamente a Inside Out, por la paciencia y el crecimiento que tuvimos juntos, ya que en el contexto en el que se buscaba desarrollar la acción grupal, no bastaba una fachada en propiedad privada para pegar los pósters. A pesar de haber encontrado espacios de visibilidad para este proyecto, nos llevaba a caminos sin respuesta. En los últimos tres años, no fue hasta llegar a la persona correcta Paige Zarkin, curadora de arte que entendimos los retos a los que nos enfrentábamos. Desde cuotas de la policía, de la alcaldía, los seguros médicos que piden para las personas en andamios y los retos que significaba crear un proyecto apartidista y y sin marcas, sin duda complicaba la ejecución.
Plática de visibilidad del proyecto y la importancia del arte en el impacto social con el colectivo de mujeres dronistas en El Conejo de la Luna.
La única ventaja de habernos tardado tantos años, fue que Inside Out Project se transformó en una fundación, una fundación que creyó en nosotras y el impacto que queríamos causar. Gracias a la fundación Can Art Change The World logramos tener el presupuesto para hacerlo realidad. En este proyecto de inicio, a fin tuvimos el apoyo incondicional de este proyecto Internacional a través de Damariz que a pesar de estar en Nueva York estuvo a nuestro lado para enfrentar las barreras de Mexico y eventualmente conseguir hacer ruido para la sociedad mexicana, que también es parte de su hogar. Al ser un tema social y que lucha con una cultura normalizada, uno de nuestros grandes miedos era que amaneciera el Mural rayado, sin embargo, para evitar cualquier señal de odio, el espacio que conseguimos era sumamente transitado, tenía iluminación, una parada del camión, una banca e incluso rondines de policías locales que nos permitió que durante cuatro días, por 24 horas, pudiéramos causar impacto en cualquiera que lo rodeara sin tomar el riesgo de silenciarnos.
¿Hay alguna historia en particular que les gustaría compartir?
Uno de los momentos más bonitos que se vivió en este fin de semana de reflexión, fue el asombro de los desconocidos al proyecto y el sentimiento que generaron ellos. En particular, el día que fuimos a crear contenido al amanecer a través del dron, se acercó conmigo, un señor con ganas de expresar lo que el Mural generó en el; sin cámaras, sin audio, simplemente de su corazón nos contó el orgullo que siente por su hija, y como el Mural lo ayudó agradecer todo lo que ha conseguido su hija por su gran sentido de lucha, y que es importante la visibilidad de todo lo que las mujeres pueden lograr hacer y las barreras que logran romper creyendo en ellas mismas. Con esas palabras y al ser sólo el primer día me di por bien servida y agradecida por lo que este espacio estaba construyendo. Después de la conversación alcancé a ver que el señor estaba tomándole foto al Mural y subiéndolo en un post de Facebook, sin duda fue de los momentos más especiales durante estos cuatro días que vivió el Mural en la ciudad de México, en una de las zonas más transitadas y emblemáticas de la ciudad. Isabel Masvidal y yo, Ana Sofía Ruíz estuvimos ciertas horas en el Mural para compartir la historia detrás de él y un colega, a leer cada uno de los mensajes que escribieron a puño y letra, las mujeres retratadas, no pudo evitar contener la emoción y las lágrimas; para mí, ese fue el segundo momento en el que dije, gracias por no rendirme en este proyecto y lograr materializarlo después de tanto tiempo. A Puño y letra estas 99 mujeres, escribieron su nombre, sus hobbies, y lo más importante que le gritarían a Mexico; que los visitantes pudieran leer, tocar sentir estas fichas, sin duda, causaron un impacto mágico.
Un hombre compartió en Facebook la instalación y, con orgullo, nos contó cómo el mural lo inspiró a valorar la lucha y los logros de su hija.
Un punto muy especial en este proyecto fue que artistas locales también nos ayudaron en la instalación; que se dedicaban al impacto social a través del arte y pudimos entender también su perspectiva en el día a día y así como los retos que conlleva este tipo de activismo. Me encanta presumir que todo el contenido audiovisual fue creado por mujeres; desde las 99 fotografías, gracias a Marijosé Lomeli y Fernanda Gutiérrez, así como los detrás de escena de todo este proceso que duró años, gracias a Paulina Ruíz y Daniela Gutiérrez se tuvo documentado cada uno de los momentos clave y fundamentales, para entender que nos llevó hasta el día de hoy. De igual manera queríamos transmitir que gritábamos desde el centro de la Ciudad de México y que buscamos disruptir hasta los cielos. Por ello, me di la tarea de encontrar un colectivo increíble de mujeres dronistas que se llama “Mujeres que vuelan” donde Maria Paula Martínez nos dedicó una amanecer para capturar desde el aire nuestra Acción grupal. Así que a todas las personas que participaron para hacerlo posible infinitas gracias.
A Puño y letra, 99 mujeres escribieron su nombre, sus hobbies, y lo más importante que le gritarían a Mexico.
¿Cuál fue el impacto de su acción en la comunidad? ¿Cómo reaccionó la gente?
Lo más poderoso del arte es que no pueden existir indicadores sobre el antes, y el después de cautivar tu mirada, para nosotros por el simple hecho de haber cautivado miradas, esperando al camión, gente perdida en la ciudad, gente estresada en el tráfico, gente comiendo en las banquitas, fue simplemente mágico. Porque lo más poderoso del arte es que cada uno; sin seguir alguna regla, crea una reflexión y aunque fuera sólo por segundos, refleja una historia diferente para cada persona. Uno de los impactos que sí pudimos medir fue la reacción de las mujeres retratadas, que con dos años de historia más, regresaron a este espacio seguro, donde fueron escuchadas y tuvieron nostalgia de quienes eran hace unos ayeres.
Mucha ilusión, mucho poder, muchas ganas y mucha creatividad.